Décimo: Abrígate cuando haga frío. Parece obvio, pero muchos no lo hacemos porque el sentido común es el menos común de los sentidos pero, aparte del sentido común, los médicos también lo recomiendan. ¿Y el yoga? Pues el yoga dice que hay que estar atentos a lo que percibimos con los sentidos, incluido el sentido común.
Undécimo: Dobla las rodillas al agacharte. Parece un contrasentido que lo diga alguien que haga yoga, pero es que los yoguis no van por ahí contorsionándose todo el tiempo. Ser conscientes de las posturas incluye llegar hasta donde uno puede, no más. Por otra parte, la columna agradecerá que no se hagan sobreesfuerzos.
Duodécimo: Haz las cosas bien, profundiza en lo que ya sabes hacer, estudia y recíclate. Esto vale tanto para las posturas de yoga como, por ejemplo, para ser chef de cocina.
Décimo tercero: Haz las cosas de una en una. Esto puede ser un corolario del apartado anterior. Cuando las cosas se hacen de una en una se puede uno centrar en lo que hace.
Décimo cuarto: Ten un comportamiento ético. En todas las culturas hay una serie de normas, ya sean morales, religiosas, filosóficas, legales, etc, que hay que cumplir, por el bien de la convivencia entre todos. Cumplir las leyes, cumplir con la conciencia nos da la tranquilidad necesaria y nos permite estar más relajados. Por cierto, estar desmoralizado no sólo es estar triste, sino estar si normas morales, no cumplir con la moral puede llevar a una sociedad a los excesos y como resultado a la depresión.
Décimo quinto: Lee textos sagrados. De tu cultura, de tu religión, o de filosofía, política... no hace falta irse a la India para encontrar preceptos morales que buscan el bien y que dan indicaciones para una vida recta y justa.
Décimo sexto: Moderación. En último término todo (excepto los conceptos ideales de bien, belleza, amor o verdad), en exceso es malo. Incluso el yoga. Alguien dijo una vez que el yoga era como el jabón. Te limpia el cuerpo, pero en último término, hasta el jabón nos lo tenemos que aclarar para quedar limpios del todo. Come, bebe, duerme y haz el amor con moderación.
Décimo séptimo: Sigue la máxima de que el silencio es oro. No hables a menos que lo que vayas a decir sea bueno, verdadero, útil y oportuno.
Décimo octavo: Sé frugal. El medio ambiente te lo agradecerá. Reduce tus necesidades.
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