Cuenta Plutarco que en cierta ocasión vio Alejandro Magno a Diógenes escudriñando atentamente un montón de huesos humanos.
«¿Qué estás buscando?», preguntó Alejandro.
«Algo que no logro encontrar», respondió el filósofo.
«¿y qué es?»
«La diferencia entre los huesos de tu padre y los de tus esclavos.»
Texto: La oración de la rana de Anthony de Mello
Imagen: http://finisimapersona.files.wordpress.com/2010/10/diogenes.jpg
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