sábado, 10 de febrero de 2018

Posturas: Sirshasana VIII Anatomía


En la postura sobre la cabeza es difícil centrarse en alguno de los músculos implicados puesto que son prácticamente todos los que rodean a la columna y le dan soporte desde las cervicales hasta los glúteos. Y más allá de la columna, puesto que también intervienen los músculos de las piernas para mantenerlas razonablemente erguidas y en equilibrio.
Papel especial juegan los músculos internos del abdomen, como el diafragma o el psoas, que ayudarán a manejar la respiración y darán equilibrio a la parte central de la columna vertebral, puesto que, en este caso, los brazos no nos pueden ayudar a dar equilibrio a esta parte, estando ocupados en dar soporte al conjunto desde la cabeza.
El triángulo formado por los codos y la cabeza forman el triángulo que mantiene el equilibrio. Si las piernas se desequilibran, por muy bien que tengamos la base, al ser ésta estática, sólo podremos corregir con los músculos que rodean la caja torácica, los dorsales y abdominales. Esto sólo se puede hacer si tenemos desarrollados estos músculos. Si no, tendremos que abandonar la postura. De ahí la importancia de hacer la postura tan lentamente como sea posible, para evitar esos pequeños desequilibrios que en otras posturas apenas tienen importancia, pero que debido a la gran distancia que hay entre la nuca y la punta de los pies, la fuerza y precisión necesarias para corregir se multiplican.

Imagen: http://ajitvadakayil.blogspot.com.es/2015/01/yoga-only-complete-exercise.html

Quiero Aprender Yoga

No hay comentarios:

Publicar un comentario