viernes, 1 de febrero de 2019

¡Que viva la zona de confort!


Al hilo de Balasana, postura en la que me voy a centrar en este blog durante este mes y, posiblemente, el próximo, y aprovechando que es una postura relativamente confortable, voy a hacer una apología de la confortabilidad, de la zona de confort.
De un tiempo a esta parte se ha venido haciendo una "campaña" contra la zona de confort. "¡Sal de tu zona de confort!" te recomiendan en el trabajo o desde los libros de autoayuda. No creo que nos hagan falta esos empujen externos. Nuestro espíritu es lo suficientemente inquieto como para causarnos desasosiego, ansiedad y hasta crisis existenciales en cuanto se siente estancado. Por eso no creo que sean necesarias todas esas llamadas de atención de agentes externos cuyo único objetivo es que trabajemos en su propio beneficio y no en el nuestro.
Por un lado nuestro espíritu aventurero y nuestra mente inquieta nos empujan a ir siempre un paso más allá, como los niños pequeños que comienzan a caminar y se alejan un pasito más cada día de su madre, al principio mirando para atrás, hasta que un día echan a correr. Por otro lado nuestro cuerpo es perezoso. Estas fuerzas contrapuestas se manifiestan en cualquier sesión de yoga. Por un lado queremos hacer la postura un poco más perfecta, un poco más extrema, ir siempre un poco más allá. ¿Hasta cuando? Hasta el borde de la lesión. Por eso es tan importante la consciencia despierta para escuchar a nuestro cuerpo que nos avisa con su lenguaje de dolor.
No todos tenemos que ser perfectos, ni profesores de yoga, ni ir más allá. Si tenemos una rutina que nos funciona, ¿por qué ir más allá? Tan sólo cuando estemos preparados se manifestará esa angustia espiritual y entonces será el momento.
Las indicaciones del yoga son claras, la postura ha de ser confortable y la respiración sosegada. Si no es así es mejor dar un paso atrás, hacerla un poco menos extrema, un poco menos "estética", pero mantener nuestra salud.
¡Que viva la zona de confort!

https://yogaorama.com/como-hacer-el-balasana-actitud-del-nino-y-cuales-son-sus-beneficios/

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