Un orgulloso y joven aspirante se dirigía a un maestro por primera vez. Tras echarle un vistazo, el maestro, sin decir ni una sola palabra, le invitó a tomar el té. El muchacho comenzó a hablar alegremente con el maestro acerca de sus logros y triunfos, y mientras charlaban éste empezó a llenarle la taza de té. Pero en lugar de llenarla y detenerse, el maestro siguió vertiendo el té. Sorprendido al ver cómo el té rebosaba y se derramaba, el joven fue incapaz de contenerse y profirió estas palabras: "Maestro, está llena hasta arriba; no cabe más". El profesor se paró entonces y le miró: "Eso es lo que ocurre contigo, hijo mío. Estás lleno hasta los topes de tus propias ideas y de la conciencia de tu propia importancia. A meno que te vacíes, no puedo darte nada.
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Texto: Adaptación de un relato del libro "Moderno manual de Yoga" de Vijay Hassin
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