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https://www.stylecraze.com/articles/a-brief-history-of-yoga/

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Lo contrario de la pereza

Supongo que la postura más parecida a la pereza es Savasana. Lo cual es engañoso porque, aunque la inmovilidad es una de sus características, los pequeños ajustes que hay que hacer según el cuerpo se va acomodando hacen que la postura varíe durante una relajación larga.

Tenemos la pereza tan metida en el cuerpo que nos cuesta encontrar una palabra de significado contrario, y nos contentamos con decir "lo contrario de la pereza".

"Contra la pereza, diligencia" se solía decir antiguamente. La diligencia es una de las virtudes cristianas, que consiste, más o menos, en hacer lo que tenemos que hacer con premura y alegría, con amor y esmero.

Así es como tenemos que hacer Yoga, aunque seamos lo bastante perezosos como para ponernos a ello.

Mientras que en el Yoga y el hinduismo lo más parecido que tenemos es el niyama Santosha, que consiste en la aceptación, satisfacción y optimismo. La diligencia añade una etimología que proviene directamente del amor.

https://www.huffpost.com/entry/yoga-practice_b_5597831

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Posturas: Balasana III (Beneficios)

Beneficios de Balasana:

• Relaja la columna
• Estira las vertebras lumbares
• Alivia los pies cansados
• Reduce el cansancio
• Ayuda a aliviar el estrés y la fatiga.

Imagen: https://www.asanayoga.de/blog/balasana-stellung-des-kindes/
Texto: https://www.yogateca.com/postura/balasana-postura-del-nino/

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https://www.puntofape.com/los-beneficios-del-yoga-hatha-25484/

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https://www.glamour.mx/belleza/cuerpo/articulos/cinco-metodos-de-yoga-novedosos-extremos/3402

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Posturas: Balasana II (Realización paso a paso)

Paso a paso para realizar la Postura del niño

1. Arrodíllate en el suelo. Coloca juntos los dedos gordos y siéntate en los talones, a continuación, separa las rodillas casi al ancho de tus caderas.
2. Exhala y pon el torso hacia abajo entre tus muslos. Amplía el sacro a través de la parte posterior de tu pelvis y estrecha los puntos de la cadera hacia el ombligo, de modo que la apoyes sobre el interior de los muslos. Alarga el coxis de la parte posterior de la pelvis mientras levantas la base del cráneo de la parte posterior del cuello.
3. Pon las manos en el suelo junto a tu torso, las palmas hacia arriba y deja descansar los hombros. Siente como el peso de los hombros tira en toda la zona a través de tu espalda.
4. La postura del niño es una pose de descanso. Entre las posiciones de yoga, los principiantes también pueden utilizar Balasana para experimentar una curva profunda hacia adelante, donde el tronco se apoya en los muslos. Permanece en la postura de 1 a 3 minutos. Para salir de la postura, primero alarga el torso frontal, y luego, con una inhalación, impulsa el coxis a medida que presiona hacia abajo y hacia la pelvis.

Texto: https://yogaesmas.com/posiciones-de-yoga-postura-del-nino-balasana/
Imagen: https://www.yogaasan.com/balasana-childs-pose/

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https://as.com/deporteyvida/2017/11/22/portada/1511371540_232673.html

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¡Que viva la zona de confort!

Al hilo de Balasana, postura en la que me voy a centrar en este blog durante este mes y, posiblemente, el próximo, y aprovechando que es una postura relativamente confortable, voy a hacer una apología de la confortabilidad, de la zona de confort.

De un tiempo a esta parte se ha venido haciendo una "campaña" contra la zona de confort. "¡Sal de tu zona de confort!" te recomiendan en el trabajo o desde los libros de autoayuda. No creo que nos hagan falta esos empujen externos. Nuestro espíritu es lo suficientemente inquieto como para causarnos desasosiego, ansiedad y hasta crisis existenciales en cuanto se siente estancado. Por eso no creo que sean necesarias todas esas llamadas de atención de agentes externos cuyo único objetivo es que trabajemos en su propio beneficio y no en el nuestro.

Por un lado nuestro espíritu aventurero y nuestra mente inquieta nos empujan a ir siempre un paso más allá, como los niños pequeños que comienzan a caminar y se alejan un pasito más cada día de su madre, al principio mirando para atrás, hasta que un día echan a correr. Por otro lado nuestro cuerpo es perezoso. Estas fuerzas contrapuestas se manifiestan en cualquier sesión de yoga. Por un lado queremos hacer la postura un poco más perfecta, un poco más extrema, ir siempre un poco más allá. ¿Hasta cuando? Hasta el borde de la lesión. Por eso es tan importante la consciencia despierta para escuchar a nuestro cuerpo que nos avisa con su lenguaje de dolor.

No todos tenemos que ser perfectos, ni profesores de yoga, ni ir más allá. Si tenemos una rutina que nos funciona, ¿por qué ir más allá? Tan sólo cuando estemos preparados se manifestará esa angustia espiritual y entonces será el momento.

Las indicaciones del yoga son claras, la postura ha de ser confortable y la respiración sosegada. Si no es así es mejor dar un paso atrás, hacerla un poco menos extrema, un poco menos "estética", pero mantener nuestra salud.

¡Que viva la zona de confort!

https://yogaorama.com/como-hacer-el-balasana-actitud-del-nino-y-cuales-son-sus-beneficios/

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