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karnapidasana o postura del sordo. Para cuando no tengas espacio para las piernas haciendo el arado. |
Imagina que vas a hacer yoga en el salón, pero como es navidad hay un gran árbol lleno de bolas, además alguien ha decidido que es el mejor sitio para poner la tabla de planchar frente al televisor en vez de hacerlo en la salita donde se hacía antes, por añadidura, el suelo está sembrado de juguetes. Así que decides irte al dormitorio a hacer yoga.
Queda un espacio mínimo entre la cama y la pared, lo justo para la colchoneta y poco más.
Cuando vas a hacer el saludo al sol compruebas que mientras bajas casi te das con la cabeza con la mesa escritorio, y que si vas a hacer el arado tienes que escoger entre darte con los pies contra la mesa o, si te echas para atrás para evitar la mesa, tus piernas darán contra la pared al pasarlas por encima de la cabeza. Para colmo, cuando giras en algunas posturas con los brazos extendidos, estos chocan con la ventana.
Recoges las piernas, recoges los brazos, cambias la orientación de alguna postura. Al fin y al cabo a tus músculos les da más o menos igual si los estiras de norte a sur que de este a oeste. O, si lo que pretendes es alinear la columna, da igual que tengas los brazos flexionados. Recoger, flexionar, ceder...
De eso también trata el yoga. Es mejor ceder que no hacer yoga por falta de espacio, por falta de tiempo, porque la temperatura no está a tu gusto... Estos momentos son la gran oportunidad de practicar la flexibilidad mental, la otra flexibilidad y más importante.
Si no somos capaces de ceder ante nuestras manías, estas se multiplicarán y nunca seremos capaces de hacer lo que realmente tenemos o queremos hacer. Un día es la luz, otro la temperatura, otro el ruido...
Excusas tontas.
http://yogacrecimiento.blogspot.com/2015/08/yoga-postura-karnapidasana-bks-iyengar_17.html
Quiero Aprender Yoga